top of page
1030287.jpg
Muladhara chakra.jpg

Muladhara

Chakra Raíz

Muladhara: raíces, supervivencia, seguridad, tribu y capacidad de adaptación

El primer chakra se llama Muladhara y es conocido como el chakra raíz. Se llama así por dos razones. Por un lado, porque se encuentra situado en la base de nuestro cuerpo, es decir, en el perineo. Justo entre el ano y los genitales. Y por otro lado, se le llama chakra raíz porque es el chakra que nos mantiene unidos a nuestras raíces. Al igual que un árbol necesita tener unas raíces fuertes y bien arraigadas para sobrevivir y para soportar las inclemencias del tiempo, las personas también necesitamos unas raíces fuertes que nos den estabilidad. El chakra Muladhara es el ancla del barco, los cimientos de la casa. Si el chakra raíz te da problemas, el resto de chakras también lo harán, porque, ¿qué es un árbol sin sus raíces? Sin cimientos fuertes, la casa se viene abajo.

 

El elemento del chakra raíz es la tierra, ya que es la base de nuestra existencia, puesto que todos los seres vivos de este planeta procedemos de la tierra, y simbólicamente echamos raíces en ella. Además, este chakra trabaja la manera en que nos relacionamos con las necesidades físicas, es el chakra más relacionado con el mundo material.

Muladhara influye en nuestra seguridad personal. Una persona necesita sentirse segura para poder desarrollarse adecuadamente. Esta seguridad está relacionada con nuestras necesidades básicas, así como con el instinto de supervivencia. Esto es algo que desarrollan todos los animales, incluso los seres humanos desde hace siglos. Los primeros hombres y mujeres cazaban, hacían fuego, se tapaban con pieles y se refugiaban en cuevas para poder sobrevivir. Al igual que nuestros antepasados, los seres humanos del siglo XXI necesitamos alimentarnos, hacer frente al frío y cobijarnos del clima y los peligros. Es decir, necesitamos comida, ropa y una casa. Eso no ha cambiado. Trabajamos para tener dinero, ya que es el dinero el que nos proporciona todo eso que necesitamos. Con el dinero compramos comida y ropa, compramos o alquilamos nuestra casa y todo lo que hay en ella. Sin todos esos elementos materiales no tendríamos una base fuerte, no sentiríamos esa seguridad. 

 

Pero, además de la cobertura de las necesidades básicas, la seguridad de la que hablamos se refiere también a nuestra capacidad de adaptación. Y eso no se asegura con un buen salario. La vida nos da muchas sorpresas, y algunas de ellas no son agradables. El ser humano necesita tener la estabilidad y el equilibro necesarios para enfrentarse a esas sorpresas o cambios que se le presentan: la muerte de un ser querido, una ruptura sentimental, un cambio en el ámbito laboral... Aunque no tienen que ser siempre cambios negativos. Un nuevo empleo o el comienzo de una relación pueden ser igual de desestabilizadores. Un chakra raíz sano y fuerte nos ayuda a hacer frente a esos cambios, y también evita que sintamos miedo ante ellos, incluso ante la simple posibilidad de que esos cambios ocurran.

 

 

Otro de los aspectos primordiales a la hora de cimentar nuestra vida es la comunidad o tribu. Otro de los mecanismos de defensa de nuestros antepasados y del resto de animales es el apoyo de la tribu o la manada. Ser parte de una comunidad te proporciona seguridad, ya que dejas de estar solo frente a las adversidades. Antes se trataba de buscar seguridad frente a los enemigos, la hambruna o el clima. Ahora, aunque no tengamos que enfrentarnos a tantos contratiempos, seguimos apoyándonos en nuestro clan o nuestra tribu.

 

Hay muchos tipos de comunidades: la más cercana y habitual es la familia, pero también lo son  la religión, el grupo de amigos, el club al que pertenecemos, nuestro país o incluso nuestra raza. Estos grupos nos ayudan a sentirnos seguros, y por lo tanto a sentirnos enraizados. En el mundo actual millones de personas se ven obligadas a emigrar a otro lugar para buscar trabajo o para huir de la guerra, y para ellas es muy traumático tener que separarse de su familia, de su comunidad, de su cultura y de su religión. Al llegar a un lugar nuevo, diferente y sin el apoyo de su tribu, se sienten totalmente desarraigadas y vulnerables ante los vientos que puedan venir. No es raro que haya donde van suelan terminar creando pequeños ghetos con personas de su misma procedencia, raza o religión. Mucha gente los acusa de no querer integrarse, pero lo que están haciendo en ese caso es intentar recuperar esa estructura social que han perdido al dejar sus países de origen, ya que esa pérdida les crea una inestabilidad y una inseguridad difícil de superar. Por eso intentan imitar de alguna manera esa comunidad que han dejado atrás.

 

Sin embargo, no es necesario vivir en tu lugar de origen para tener un chakra raíz sano y equilibrado. Sentirse enraizado y seguro está relacionado con sentirse bien, con sentirte feliz, con sentir que estás donde tienes que estar. Si tú has nacido en un lugar, o dentro de una cultura o religión, y no te sientes bien contigo mismo, podrás sentir cierta seguridad y cierto sentimiento de pertenencia, pero seguro que tu bienestar no será total. Puede que varias de las áreas que el chakra raíz gobierna estén cubiertas, pero otras no lo estarán, y probablemente te será difícil desarrollar las áreas de tu vida relacionadas con el resto de los chakras. Es decir, podrás estar rodeado y protegido por tu círculo familiar y social, pero al no ser ésa la vida que tú has elegido para ti probablemente no desarrolles muchas de tus pasiones, no serás tú al cien por cien.

 

Aunque sea doloroso abandonar tu clan, tu familia o tu religión, a veces es necesario hacerlo para buscar tu felicidad y tu autorrealización. En ese caso, la persona debe buscar su sitio, en el lugar y en la compañía que le haga sentirse bien, que le haga feliz, y allí debe echar sus raíces, echar el ancla, construir unos cimientos sólidos sobre los que crear tu vida. En otras palabras, la seguridad y la estabilidad no están en ninguna parte, están en tu interior. Debes construirlas tú.

 

Los pueblos, las culturas o las religiones que se cierran en sí mismas y no dejan que sus miembros actúen en libertad gozan de un chakra raíz inflexible, atrofiado. Se rigen por dogmas y normas herméticas que coartan la libertad y que ven a los que no forman parte de su comunidad como diferentes, como extraños. Cuando en realidad, todos los seres humanos somos iguales, todos somos parte del universo, todos somos uno, y a la vez cada uno de nosotros es único. Es muy importante que la persona sea quien realmente quiere ser, libre de las ataduras que su entorno pretenda ponerle, ya que sólo así podrá  desarrollarse totalmente como persona.

 

El chakra raíz es muy importante en los primeros años de una persona. Es en la infancia cuando creas los vínculos con tu familia, con tu casa, con tu pueblo, con tus raíces.

Por último, Muladhara está relacionado con el color rojo, el sentido del olfato, el planeta Saturno, la nota Do o cristales varios como el cuarzo ahumado, el ojo de tigre, el rubí o el ágata de fuego. También está relacionado con los huesos, ya que estos son los que mantienen a nuestro cuerpo en pie, los que nos dan consistencia. Por eso están relacionados con la seguridad y la base de Muladhara.

bottom of page